Hoy he leído muy
entristecida una crítica a las empresas gallegas dedicadas al ámbito del Camino
de Santiago en una página dirigida a una gran comunidad de peregrinos. Decía
así:
“La etapa de
Galicia, para mí fue la peor en cuanto al trato, todo negocio, de Roncesvalles
a León una maravilla de trato”
En innumerables ocasiones he tratado con empresas del
Camino de Santiago dedicadas todas y cada una de ellas a prestar atención y
servicios al peregrino. Hemos hablado,discutido y llegado a mutuos acuerdos buscando
siempre un mismo fin,un fin basado en el cariño por el Camino que pisamos, un
fin que no nos haga olvidar el respeto a uno mismo y al prójimo,un fin que
vaya siempre de la mano de la amistad,la empatía y las buenas experiencias .
Antes de trabajar en una empresa dedicada al ámbito Camino supongo
que todos habéis estado ligados a este sector en menor o mayor medida.
Creo que todos alguna vez hemos sido peregrinos o parte del
Camino.Desde pequeña siendo gallega me preguntaba como de grande era esa
fuerza que impulsaba a cada persona a recorrer miles de km para llegar a Santiago.
Veía desde mi ventana cada día pasar peregrinos y crecí con la certeza de hacer
un camino cada día más fácil y más confortable para cada persona que decidiese
impartir esta aventura.
Hoy en día parte de mi familia y yo hemos formado una
pequeña empresa dedicada a la organización de Caminos de Santiago, en los años
que llevamos trabajando nos sentimos muy orgullosos de nuestro trabajo ¿Por qué?
Porque somos gallegos, el
camino pasa por delante de nuestras casas, conocemos el terreno al milímetro y
eso nos permite hacer trabajos completos, bien hechos, sin fisuras.
Creo que el esfuerzo de todas las empresas
gallegas,españolas y extranjetas depositado despues de tantos años no se
merecen este tipo de desprecio ya que como anteriormente he mencionado en el
Camino de Santiago no debemos buscar diferencias sinó similitudes que nos
ayuden a seguir caminando siempre hacia delante.